Productos / Chía

La chía era utilizada por los aztecas desde el año 3.500 AC y constituyó el elemento básico de los pueblos originarios del oeste americano (mayas y aztecas) entre los años 1500 y 900 AC. Fue usada pura, como alimento o mezclada con otros, en agua como bebida, molida como harina, incluida en medicinas, como alimento para aves, y prensada para obtener su aceite.

Con la llegada de los conquistadores españoles, la chía fue combatida hasta casi llegar a su extinción, puesto que fue considerada contraria a los intereses religiosos debido a su utilización en rituales y ceremonias destinadas a los dioses Aztecas.

Este cultivo sobrevivió solo en pequeñas áreas en regiones montañosas del sur de México y Guatemala, hasta 1991. En ese año se inició un programa de investigación y desarrollo que trabajó para su recuperación. En la actualidad la chía se cultiva en Argentina, México, Perú y Bolivia.

La Chía (Salvia Hispánica) es una planta herbácea anual  de la familia de las Labiatae, presenta hojas opuestas de 4-8 cm de largo por 3-5 cm de ancho. Las flores son hermafroditas, entre purpúreas y blancas, y brotan en ramilletes terminales. Las semillas son ovaladas y planas, miden alrededor de 2 mm de diámetro y presentan manchas irregulares en la superficie.

Las semillas de chía producen una importante cantidad de aceite, el 60% de los ácidos grasos totales del aceite de chía es el ALA, ácido graso Omega-3 de cadena larga (ácido alfa linolénico). Este tiene efectos beneficiosos en la salud cardiovascular más allá de su conversión en otros ácidos grasos Omega-3 como el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA).

En los últimos años ha crecido a gran escala el mercado de productos farmacéuticos, suplementos dietarios y medicina natural. La chía se utiliza mundialmente en suplementos dietarios, en cápsulas y otros formatos y en distintas combinaciones para obtener diferentes beneficios.

Aceite de Chía

Procesamos el aceite de chía en nuestra propia planta mediante el prensado en frío y filtrado, sin el uso de solventes ni químicos. De esta forma nos aseguramos de conservar las propiedades nutricionales de la semilla, así como los bajos índices de acidez y de peróxido.

Nuestro aceite de jojoba no contiene ingredientes derivados de animales, por lo tanto está libre de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) y cualquier otra EET. Tampoco contiene Organismos Genéticamente Modificados (OGM).

El aceite de chía también es una excelente fuente de antioxidantes. La importancia de los antioxidantes radica en su habilidad para combatir los radicales libres y prevenir enfermedades cardíacas, cáncer, infecciones y muchas otras enfermedades.

Aceite de Chía Orgánico

Nuestro aceite de chía orgánico está certificado bajo la norma Argentina, Ley 25.127 y sus decretos reglamentarios, SAGyP 423/92, SENASA 1286/93, SAGPyA 270/00 y SAGPyA 451/01, sus modificaciones y enmiendas, en equivalencia con la reglamentación europea EC 834/2007, 889/08 y EN 45011, y el Memorando de Entendimiento (MOU) entre SENASA y MAFF de Japón que establece la equivalencia con la norma JAS (Japan Agricultural Standards) y bajo el programa NOP de Estados Unidos.

Las ventajas de la producción orgánica son:

  • Protección del medio ambiente
  • No se utilizan químicos
  • No se utilizan pesticidas peligrosos
  • No se utilizan organismos genéticamente modificados (OGM)

Fibra de Chía

La fibra de chía se extrae de la semilla de chía, tiene hasta un 50 % de fibra dietaria total y 30 % de proteína. Es una proteína vegetal de alta calidad y sin colesterol.

Nuestra fibra de chía se obtiene mediante el prensado las semillas de chía y un posterior tamizado. Luego de un análisis microbiológico se envasa para su despacho.

La fibra de chía puede usarse en bebidas, suplementos dietarios, panificados, etc.